Como “acertado” y “en la línea del trabajo medioambiental que hemos
estado desarrollando”, calificó la directora de la Escuela Básica de Coirón,
Isabel Aguilera, el proyecto denominado “Actividades Educativas y de Difusión
para la Iniciativa de Seguimiento Ambiental Integral de la Cuenca del Choapa
(SAI)”, el cual será ejecutado por la
Junta de Vigilancia del Rio Choapa, con apoyo del Departamento de
Gestión Ambiental de la Municipalidad de
Salamanca, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias –INIA, el Instituto
del Medio Ambiente –IDMA y el financiamiento de Minera Los Pelambres.
El proyecto
tiene una duración de 5 años, y será ejecutado por la Junta de Vigilancia del
Río Choapa , el cual, según la periodista de la entidad, Marjorie Calderón, se
ha propuesto como objetivo este año “dar prioridad a las capacitaciones sobre
el cuidado del recurso hídrico de la cuenca a los estudiantes, y quisimos
partir en la Escuela de Coirón, por la historia que tiene en relación al
cuidado y protección del medio ambiente”.
Dentro de
las acciones que el proyecto contempla, “están las capacitaciones teórico-prácticas, relacionadas al ciclo del
agua, su cuidado y uso, además de enseñarle a los escolares más pequeños a
tomar parámetros físico-químicos en el marco del Seguimiento Ambiental
Integral, que de acuerdo a cómo resulte se replicará en los otros ecoclubes de
la comuna que están cercanos a la cuenca del río hasta Huentelauquén”. Según
comentó la profesional de la Junta de Vigilancia del Río Choapa.
La idea es
que a través de los talleres y la entrega de material educativo, tanto los
menores, como la comunidad, puedan desarrollar una mejor observación en terreno
de la situación del agua y lograr establecer áreas libres de contaminación por
residuos domiciliarios en la cuenca del Choapa.
Jorge
Espinoza, coordinador de Ecoclubes Choapa, comentó que “la importancia de que
los niños de los ecoclub participen en este proyecto, es que estarían
encabezando el proceso formativo, no solamente de carácter teórico, si no que también
el investigativo-científico de manera práctica, asociándose a una red de
actores que puedan colaborar desde lo local a estos procesos de aprendizaje, entre
ellos la Junta de Vigilancia del Río Choapa, la Agrupación de Canalistas Local,
el Comité de Agua Potable Rural, el Centro de Padres y la Junta de Vecinos, entre otros”.
Espinoza
adelantó que “el Instituto del Medio Ambiente, aportará, tanto en la difusión
del proyecto, como en la elaboración de material educativo, la capacitación
práctica y lúdica de los menores y en el proceso de seguimiento de la
iniciativa piloto”.
Ángelo Navarro, profesional de la
Oficina de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Salamanca, comentó que la
importancia de apoyar este proyecto “radica en que va en la línea de educación ambiental que nosotros estamos
intentando desarrollar y con apoyo de los ecoclubes se concreta esa acción, la
cual como oficina estamos potenciando”.
Para Navarro, “la elección de la Escuela Básica de Coirón, responde a
que es un referente, un modelo de escuela sustentable, la primera de la Región
de Coquimbo que fue certificada sustentablemente por los organismos del estado,
y que esperamos pueda motivar a otros establecimientos a seguir sus pasos”.
Escuela de Coirón: Ejemplo de Trabajo y Reconocimiento Medioambiental
La Escuela
Básica de Coirón, ha recibido importantes distinciones en las últimas semanas.
Una de ellas es haber sido reconocida como una de las 25 escuelas mejores
escuelas del país con menor índice de acoso y agresión escolar. Además fue
premiado en la 6ta. Feria Escolar Científica realizada en la comuna de Los
Vilos, en la categoría Básica, por su investigación
“Influencia del viento en nuestra planta generadora y transformadora de
energía”. A raíz de ese reconocimiento, podrán participar directamente al 10º
Congreso Regional Escolar de Ciencia y Tecnología a desarrollarse entre los
días 12 y 13 de octubre próximos en la ciudad de Coquimbo.
Para la
directora de la escuela, Isabel Aguilera, ambos reconocimientos demuestran la forma de trabajo y vínculo con el medio
ambiente que el recinto educativo establece con sus alumnos. Una relación, que
según la directora, tiene que ver con que “si un niño está en armonía con su
entorno, lo estará también consigo mismo, y eso repercute en el buen trato que
existe entre los alumnos y que nuestros profesores ayudan a potenciar, porque
recibimos a niños de diversas localidades y capacidades, y acá los motivamos e
integramos. Por eso me siento orgullosa de mi escuela, de mis alumnos,
profesores y apoderados”.
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